Santiago, octubre. 30 (Reuters) – Chile se dispone a reescribir una nueva constitución por segunda vez en otros tantos años, luego de que el consejo del Congreso responsable de redactar el documento final la aprobara el lunes.
La propuesta fue aprobada con 33 votos del Consejo Constitucional de 50 miembros, dominado por fuerzas de derecha, un cambio radical con respecto a la propuesta anterior preparada por miembros de izquierda e independientes y rechazada abrumadoramente por los votantes en septiembre pasado.
El 17 de diciembre los votantes participarán en un referéndum obligatorio para aprobar o rechazar el nuevo texto constitucional.
La opinión pública sobre el último proceso para reformar la constitución del país, que data de décadas de antigüedad, sigue siendo mixta y un gran número de personas desconfían.
Según una reciente encuesta del Cadm, el 51% tiene previsto votar en contra del nuevo texto, mientras que el 34% lo aceptará.
Pero el porcentaje de encuestados que dijeron que votarían para aprobar Cadm marcó el número más alto desde mayo.
«A medida que nos acercamos a las urnas, la brecha se cierra, la gente presta más atención y aprende de qué trata el documento», dijo el analista político Kenneth Bunker.
«Mi instinto es que la brecha seguirá cerrándose y serán unas elecciones más reñidas de lo que esperamos hoy».
Si la nueva constitución es rechazada en diciembre, el texto actual de la dictadura militar del presidente Augusto Pinochet que terminó en 1990 seguirá vigente.
El gobierno del presidente Gabriel Borić ha dicho que no planea un tercer intento, y el 58% de los votantes encuestados dijeron que estaban en contra de otra reorganización.
La promesa de reformar la constitución del país sudamericano fue el principal acuerdo político alcanzado en 2019 luego de protestas intensas y a veces violentas.
Aunque el 80% de los chilenos votaron a favor de una nueva constitución en 2020, los votantes se han vuelto cautelosos ante la creciente polarización política, el estancamiento económico y la criminalidad.
Informe de Natalia Ramos; Edición de Sandra Maler y Stephen Coates
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